Un Hermoso Testimonio


Testimonio de Karina  Bejarano



Yo tenía un soplo en el corazón de cuando era chica y después nunca me hice ningún chequeo para ver como estaba. Y cuando este verano me empecé como ahogar y vinieron mareos, no sabia que era lo que pasaba, pensé que era el stress, así también me decía el medico. Después fui al cardiólogo a hacer una consulta y me dijo que no era stress, que tenia una cardiopatía congénita del adulto, mi corazón, es decir los cuatro ventrículos se comunicaban todo el tiempo y la sangre no se oxigenaba, por eso tenia ese cansancio y los mareos. Eso hizo que la aorta se agrandara y tuviere un tamaño importante y agrandaba la parte derecha del corazón. Eso hacia que trabajara mal, tenía dos arritmias que eran crónicas de cuando era chica y ahora tenía tres más. Cada vez que iba al medico, todos los días me encontraba algo nuevo y se que todos mis hermanos estaban orando y yo también. Yo decía, parece todo a propósito, cada vez que voy al medico me dice otra cosa y cada vez mas.
Bueno como esta operación no la hacen en Mar del Plata, me derivaron a Bs. As, a unos cardiólogos que son muy buenos y me dijeron, si no te operas ya, el año que viene vas a necesitar un transplante porque tu corazón no sirve mas, estas viviendo porque Dios quiere que vivas, pero en cualquier momento podes tener un infarto y morirte, se te va a quedar sin oxigeno el cerebro y no vas a llegar a que te puedan ayudar.
Bueno la operación consistía en sacar mi corazón, ponerme uno artificial, abrir el mio al medio y comenzar a cerrar los agujeritos que tenia y ponerme luego un marcapasos para controlar las arritmias.
Bueno cuando entre al quirófano del Hospital Italiano de Capital, yo estaba renerviosa, todos los que me conocen saben que yo tenia un miedo terrible, porque el medico me dijo que la operación era de riesgo. Pero al momento comencé a sentir una paz que no se puede contar, era como que no me iban a operar, era como que me iban a poner una inyección y nada mas y me contaba después mi marido, que cada vez que salía el cirujano decía que las arritmias estaban desapareciendo, yo abrí el corazón pero se están cerrando solas (algo inexplicable) y mi marido lo empujaba para que volviera  a la operación, porque yo seguía con el corazón artificial.
Bueno terminando todo, sacaron el corazón artificial y volvieron a colocar el mío y dicen que automáticamente comenzó a funcionar, cosa que no es posible, porque para ello es necesario el marcapasos, para que arranque nuevamente, porque sacan todo el líquido que había en el corazón (sangre), y decían que era como si no lo hubiesen sacado nunca.
Bueno me operaron un miércoles a la noche, el jueves me desperté y los médicos me empezaron a sacar todas las cosas que tenia enchufadas, el respirador por la traquea etc., todo eso porque yo estaba bien y se lo hacia saber con mis ojos. Al otro día vino el cirujano y yo estaba sentada comiendo y me dice ¿Qué estas haciendo? Y yo le dije “que hice mal en sentarme”. Pero vos tendrías que estar con el respirador, ¿estas sentada y no te mareas nada?, no le dije estoy bien y no lo podía creer de tan buen color que tenia en la cara, con toda la transfusión de sangre que te hicimos, tenes un color bárbaro ¡que paso!, bromeaba diciendo “que comiste cuando eras chica”, no lo podía creer que me había recuperado tan rápido. Tenía que estar una semana en terapia y después me iban a dar el alta, pero a los tres días me dieron el alta y me vine a Miramar.
Pregunte, ¿tengo que tomar algún medicamento o algo?, estas rebién dijo, que vas a tomar medicamentos si estas mejor que nosotros, andate a Miramar y disfruta.
Todavía no hacia un mes de la operación  cuando dio este testimonio, los médicos le dijeron tu corazón funciona como si nunca hubiese pasado nada, pero no podían encontrar el porque, un paciente después de tal operación y después de tantos medicamentos inyectados, es normal que despierte agresivo, por eso es común atarlo hasta que despierte y yo me desperté como si hubiera estado durmiendo con una paz terrible que se sorprendieron los médicos, luego les pude testificar de mis creencias, que Dios había estado allí y me decían que si, era un verdadero milagro, operamos todos los días y nunca vimos una cosa así. Toda la Gloria sea dada a Dios.
La Palabra dice “que del corazón mana la vida”.