Queridos hermanos: Después de mucho tiempo paso a dar testimonio a través de estas líneas para que Él sea glorificado y al mismo tiempo animar a otros a creer en su poder.
Yo concurro a la Iglesia Peniel de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y formé parte del grupo que estuvo orando y recorriendo las calles del barrio por la reunión de Viernes de Milagros del día 9 de Diciembre de 2011.
Mi corazón estaba lastimado, herido, pero yo creía que mi Dios iba a cambiar la situación. Así durante meses, hermanos, orando a Él por esto.
El mismo viernes por la mañana del día de la reunión, esa herida sangró grandemente. Llegué a pensar que todo era mentira, y había decidido no ir al culto, al mismo instante que ese pensamiento vino a mi mente, escuché la voz del Espíritu Santo que me preguntaba: “¿Nora, yo soy mentira para vos?” Lágrimas de dolor y arrepentimiento empezaron a brotar.
“Señor perdóname, vos sos real para mí, perdóname” ese era con profundo dolor mi clamor.
Y fui al culto y abrí mi corazón a Jesús diciéndole todo y lo que Él era para mi. El pastor Mariano dijo si estás herido no estás de casualidad aquí.
Yo no sentí nada en particular, solo recuerdo que derramé todo lo que había en mi corazón a Él y le pedí que se hiciera cargo.
Es por eso que después de muchos días, me di cuenta que el Señor me había sanado el corazón. A pesar de que la situación no había cambiado, mi corazón no se dolía mas, no se ofendía, y había sido sanado y renovado por el Espíritu.
Doy gracias a Dios y les bendigo a ustedes, Mariano y Ana, por este ministerio y los animo a seguir porque Dios los usa.
Gracias Dios por tu misericordia, gracia y poder sobre mi vida.
Gracias Dios por ser mi hacedor, amén y amén.
Hasta pronto y mis saludos a toda la congregación de Miramar.
Nora Cardinali